¿Qué es un colorímetro y para qué sirve?
Colorímetros
El procedimiento de medición de un colorímetro es bastante simple. La combinación de componentes acuosos y reactivos produce una coloración característica. El colorímetro emite un haz de luz a través de la muestra con una longitud de onda específica. Una fotocélula detecta la intensidad de la luz recibida y la compara con la intensidad de salida. Se registra la cantidad de radiación absorbida y se calcula la concentración.
Más detallado: El colorímetro genera la luz necesaria utilizando un diodo de bajo consumo. Esto permite la fabricación de equipos de fácil uso y construcción sencilla. La parte de luz captada por la fotocélula se convierte en corriente eléctrica y se envía a la electrónica de medición mediante un transductor analógico. Aquí se detecta la radiación absorbida y se calcula la concentración. La ley de Beer-Lambert establece una relación matemática entre la absorbancia (A) y la concentración (C) del contenido de agua en la muestra: A = log Io/I. La absorción se define como sigue: A = ελcd (donde ελ es el coeficiente de extinción, c es la concentración molar de la sustancia, y d es el espesor de la cubeta).
La medición de la absorbancia (A) con el colorímetro es proporcional a la concentración del contenido de agua en la muestra. La absorbancia depende exclusivamente de la concentración si se conoce el coeficiente y se mantiene constante el espesor de la cubeta. Sin embargo, esta ley requiere un haz de luz de una sola longitud de onda, conocida como luz monocromática. Si la longitud de onda seleccionada está dentro del rango visible (400 ... 800 nm), se debe realizar la medición en un entorno oscuro para evitar la interferencia de la luz ambiental.
Se recomienda realizar una calibración inicial antes de llevar a cabo una serie de mediciones. Para ello, llene la cubeta con la muestra y ajuste el colorímetro utilizando la tecla "ZERO".
Diagramas de color
Información sobre la medición del color:
Los diversos espacios de color se clasifican mediante un sistema de coordenadas conocido como sistema de espacio de color. Este sistema de coordinación representa los diferentes colores por medio de coordenadas en ejes específicos. Dado que los observadores son seres humanos y que este sistema está condicionado por la estructura del ojo humano, los espacios de color suelen tener tres ejes. Existen alrededor de 30 sistemas de espacio de color utilizados en la práctica. Las imágenes anteriores ilustran los espacios de color más relevantes. Un reto muy importante en la calibración de colores, como también en el desarrollo del colorímetro, se centra en la sensibilidad del ojo humano. La dificultad del espacio de color es que no coincide completamente con la percepción de color del ser humano. Con las mezclas de colores, surgen problemas de percepción, especialmente en la zona del color amarillo. Por otro lado, aumentando la proporción de azul en una mezcla de colores se puede simular un tono de blanco más claro para el ojo humano.
Para no tener este tipo de inconveniente, es normalmente utilizado un colorímetro, tal es el caso, en la fabricación de productos intermedios. El fabricante de un producto semiacabado y el que procede con el tratamiento posterior acuerdan el color del producto utilizando un tipo específico de espacio de color (por ejemplo, el espacio de color RGB). Ambos poseen el mismo colorímetro. El fabricante, según lo acordado, verifica el color del producto en el control de salidas y lo envía cumpliendo con las normativas. Quien procede con el tratamiento posterior examina el producto en el control de entradas. Si ambos resultados coinciden, entonces se prosigue con el tratamiento posterior. En caso contrario, ambas partes pueden discutir sobre las diferencias de color de manera precisa, ya que previamente han definido el espacio de color y utilizan el mismo colorímetro en los controles respectivos.