Se clasifican en clases según el nivel de seguridad que proporcionan. Su elección depende del nivel de protección necesario para el trabajador de laboratorio y la muestra de interés. También se diferencias por sus velocidades de entrada y los sistemas de escape.
La cabinas clase I proporcionan protección para el usuario y el entorno circundante, pero no protege la muestra que se manipula.
La clase II proporciona protección para el usuario, el entorno y la muestra.
La clase III, también conocida como cajas de guantes, proporciona la máxima protección.